miércoles, 9 de noviembre de 2011

La diferencia entre Cunningham y Cristiano Ronaldo

Me encuentro con un interesante artículo de Cookingideas. Interesante porque habla de economía, pero fijándose en el fútbol.

La idea central es esta: una estrella de fútbol cobra hoy 166 veces más que en 1980. El salario mínimo en estos 31 años sólo se ha multiplicado por cinco. Ergo, ha crecido la desigualdad entre un ciudadano de a pie y un crack del fútbol. Para apoyar su tesis se fijan en el sueldo de Laurie Cunningham en 1980 (13 millones de pesetas) y la actual ficha de Cristiano Ronaldo (13 millones de euros).


El ejemplo es divertido, aunque en mi opinión habría que hacer algunas salvedades. Laurie Cunningham fue en 1979 el fichaje más caro de la historia del Real Madrid. Hablamos de 175 millones de pesetas.

A pesar de ser el fichaje más caro del Madrid, Cunningham distaba bastante de ser uno de los jugadores más importantes de Europa o del mundo en ese momento (Ronaldo sí lo es). Cuando llegó al Madrid procedente del poderoso West Brom, sólo había jugado tres partidos con la selección inglesa. Esto nos dará una idea de su relevancia como jugador.

Sería más justo y proporcionado comparar a Cristiano con un jugador de su categoría, por ejemplo, Maradona. Tras fichar por el Barcelona en 1982, Diego Armando cobraba en torno a los 75 millones de pesetas por temporada - con lo cual la diferencia entre uno y otro se reduce bastante. El sueldo de Cristiano no sería así 166 veces mayor, sino sólo 29.

Pero hay otro hecho innegable que también matizaría el ejemplo propuesto y es el gran aumento experimentado por el fútbol como fenómeno económico y social. Hoy en día el fútbol interesa más, y a más gente. Lo que se traduce en que el público está dispuesto a pagar más por ver jugar a los mejores, y esto implica necesariamente que los equipos deben pagar cantidades mayores a sus estrellas.

Cuando el Madrid fichó a Cristiano, no fichó simplemente un delantero. Fichaba también una fuente de ingresos, un fenómeno mediático. En EE.UU., China e Indonesia hay tipos dispuestos a pagar cantidades elevadas por ver un amistoso con Cristiano Ronaldo en el campo. Eso no ocurría con Cunningham. De hecho, no ocurría con ningún jugador del mundo en 1980.

El fútbol ha crecido tanto que llego a pensar que lo correcto sería comparar lo que gana hoy Cristiano con lo que ganaba en 1980 no un jugador de fútbol, sino quizá un actor famoso o una estrella de rock.

En cualquier caso, hay una forma sencilla de medir el aumneto de la dimensión económica del fútbol, para salir de duda. Comparemos los precios de las entradas. Si una entrada de fútbol fuera una mercancía igual de deseada hoy que en 1980, la diferencia de precio se mantendría en una proporción similar a la que hay entre los salarios mínimos (se ha multiplicado por cinco). Pero, ¿quieren saber cuánto costaba una entrada de las baratas en 1980? Cuatrocientas pesetas. Hoy en día, por menos de 25 euros, no vas al Bernabeu. Hagan sus números...

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